Probablemente habrás oído hablar de medidas como las listas paritarias en las candidaturas políticas o en la composición de los órganos de dirección de las empresas. Por más que la ley otorgue igualdad de derechos a hombres y mujeres, lo cierto es que la estructura y los hábitos sociales ponen más difícil a las mujeres que a los hombres el pode decidir libremente cuánto tiempo quieren dedicar a las obligaciones familiares y cuánto a la ocupación laboral, y, por tanto, dificultan su acceso a lugares de responsabilidad social.
Quién tiene dinero, puede elegir qué tipo de educación o de asistencia sanitaria quiere para sí mismo y para su familia. Decretar sin más la libertad de escolarización o de elección de médico solo favorece a quien puede pagarlo, tanto da si su posición económica es fruto de su trabajo, de una herencia o de la lotería. Para paliar esta desigualdad de opciones, se recaudan impuestos, es decir, se invade la libertad de las personas y se las obliga a renunciar a una parte de lo que es suyo, y se intentan crear servicios educativos y sanitarios de calidad accesibles a todos por igual.
¿Cómo valoras este tipo de medidas, que sin duda invaden la libertad de las personas, de los partidos políticos y de las empresas?
(J.M. Bueno Matos y X. Martí Orriols. Filosofía y Ciudadanía. Editorial Vicens Vives. Barcelona. 2008)